LA DIGNIDAD PROFESIONAL DE LLEVARLO BIEN PUESTO (EL VELO)

Ríos de tinta ha provocado la “actuación” de Dolores de Cospedal en TVE, y no me extraña. Lo primero que nos viene a muchos a la mente es el modelo informativo de la derecha de este país. Telemadrid,  Urdaci, Onda Cádiz (tributo a mi li-deresha), o su ex portavoz   y responsable de comunicación Sr. Rodriguez. Pero bueno, esto creo que es historia.

Vaya por delante que yo por  Ana Pastor tengo una debilididad especial, nunca he visto mayor dignidad a la hora de llevar un velo, ni he visto una forma más democrática a la hora de caerse este, ya digo, quizás sea debilidad personal.

Lo que sí me parece importante es el fondo de la cuestión, y es que en algo, si que estoy de acuerdo con el Sr. Oreja, es que en política y en campaña electoral casi nada es casualidad. Los pasillos de la casa, como los propios profesionales llaman a TVE son un autentico  hervidero, y eran un hervidero antes de la actuación de la Sra. de Cospedal. Desde que comenzó a salir a la luz la posible victoria electoral de los padrinos de los Urdaci, Rodriguez y Onda Cádiz, ya se pasea más de uno por el edificio de TVE eligiendo cargo y despacho para el día después. Si en algún sitio se nota los cambios después de unas elecciones, ese es TVE.

Felipe González tuvo su María Antonia Iglesias, Aznar a su Urdaci, y Zapatero negocio con la oposición los altos cargos de la “Casa”. El toque de la candidata al gobierno de Castilla-La Mancha, en el preciso momento en el que las encuestas, al menos algunas, cuestiona una victoria clara de su partido, es un mensaje para  los “tapaos” del  ente, con un mensaje: “no os desaniméis , contamos con vosotros”.  Parece claro que ni antes ni ahora, un modelo público de información profesional e independiente  entra en los cálculos, no entra en el programa del partido que aspira a gobernar. Es una manera de ir dando publicidad a un programa electoral que cada vez   es menos secreto y menos  oculto.

Cada vez veo menos televisión, pero cuando la veo, prefiero el velo digno de una profesional ante un presidente o ante una candidata, que el cinismo de alguien condenado por manipulación informativa, quizás sea una debilidad mía.