sábado, 20 de febrero de 2016

Trini Leonardo, Curra




La casa en este día se inunda de aromas a cebolla y ajo al fuego lento, a jamón picado y a guindillas, a tomillo, a romero, a salsa de tomate y a caldo. Los caracoles estaban limpios, después de dos días de trasiego de agua en agua. El campesino de Vela, la maternidad de Zurdo avisan al resto de óleos, acuarelas y de láminas,  que observan desde las paredes cómo transcurre la vida, que ha llegado el Primero de Mayo.

Trini los ha convertido en mucho más que un plato, en mucho más que una forma de combatir el frío de esta pequeña ciudad. Los caracoles picantes del Primero de Mayo que Trini cocina, mientras les susurra 'a las barricadas', como si de un ritual mágico se tratara, es simplemente una forma de celebrar el orgullo de clase, de recordar que ella solo se arrodilla ante su Virgen del Camino. Año tras año, en la post-guerra fría de San Marcos, en los años de los primeros premios literarios de su marido, en los años predemocraticos, siempre han estado en la mesa. 

Se entristece recordando que el Parador era una fría cárcel , donde se pagaba un precio muy alto por no ser 'afecto' a los militares golpistas, o simplemente por ser trabajador afiliado a un sindicato. Que era donde se esperaba un milagro para que la sentencia a pena de muerte fuera cambiada por unos años de cárcel. ¡Cuántas horas de esperar noticias del que estaba dentro, en las colas con el resto de familias de presos, contemplando el escudo de Santiago de la fachada barroca!

Se sonríe, con esa sonrisa de orgullo, cuando recuerda, como una fría mañana, después de que a su compañero de toda la vida, le conmutaran la pena de muerte, se presentó ante el gobernador de la provincia, con sus dos hijos de la mano, y le dijo: 'aquí se los dejo, que si marido sigue preso, ¿qué les doy de comer' . 'Quite, quite señora, está usted loca, coja a sus hijos y lléveselos' , contestó un más que asustado gobernador civil de la provincia.

Suspira, cuando cuenta con la cara de asombro con la que la saludaban en Puerta Moneda, la primera vez que sacó a la calle el abrigo de piel que se compró con uno de los premios 'poéticos', camino a la calle Ancha. 

Hoy saca un puchero de los mejores caracoles picantes y anarquistas que he comido nunca, mientras un grupo de adolescentes tardíos escuchan una lección magistral de vida, de alguien estuvo entre la vida y la muerte por ser él mismo. Para un momento, mira hacia la puerta de la cocina y exclama: ' ! Ya viene la Curra y sus caracoles, viva el Primero de Mayo¡.

Y Trini entra al salón, orgullosa, con su fuente de caracoles, orgullosa de ser mujer, orgullosa también de su compañero, y orgullosa de su paisano Buenaventura Durruti.

A doña Rita la soltera




Don Antonio, Gramsci, hablaba de los monstruos que aparecen en tiempos convulsos, otro Don Antonio, Machado, de lo viejo y de lo nuevo que hiela corazones. Así nos encontramos estos días, perplejos, asombrados, con unos ojos como platos, viendo y viviendo las últimas bocanadas de lo viejo y los balbuceos de quienes intentan nacer.

Si tuviera que poner una banda sonora a las últimas semanas, sería la de aquella campaña de la Once de 'el corrupto de todos los días' con música y estribillo, y es que no hay día que no vuelvan a la actualidad local, regional y nacional, algún caso ¿nuevo? para recordarnos que siguen ahí, casi intactos, y que desde su columna de poder se ríen del personal.

Y si los griegos, cuando en Grecia mandaban los militares, prohibían la letra 'Z', la palabra 'zeta', después del asesinato de un líder democrático, porque Z  significa 'está vivo', aquí, detienen, encarcelan y desarman a titiriteros y a sus títeres al grito 'viva la muerte', con esa naturalidad que da el poner medallas a estatuas, tener al lado angeles y santos que te ayuden a aparcar, o ir al Valle de los Caídos de ejercicios espirituales, todo entra dentro de la normalidad, y casi publican el parte de guerra: 'desarmados y cautivos los títeres terroristas, la normalidad ha sido restaurada'

En un salto en el tiempo, nos transportan, no ochenta años atrás, nos llevan a pleno siglo diecinueve, nos recuerdan que el esperpento está ahí, que asesinar por ser poeta y titiritero está ahí, que ellos están ahí.

Escenario de cartón piedra, cortinillas rojas y decorados pintados con desgana y con prisas en blanco y negro. Muñecas aforadas, cantamañanas metidos a voceros, agentes de la santa Inquisición con parche en el ojo y cachiporra, etaconvulsivos y misticorrepresores, observados por un solo niño sentado en el suelo que se debate entre la risa y el llanto, sin moverse, sin poder moverse porque no sabe andar, inmóvil ante este espectáculo.

Pero nada es eterno, nada es inmóvil, escucho el crotoreo de la cigüeñas desde sus nidos, que miran al cielo mientas claquean sus picos. Veo las primeras flores en árboles y campos reventones de vida nueva, el color de la tierra adquiere todas las tonalidades ocres y arcillosos colores, la primavera está ahí mismo, pese a que hoy haga frío. Y ese niño, sentado en el suelo, está a punto de levantarse y echar a andar, sin miedo, sin límites.

Sois historia negra ya, y sois conscientes de ello.


miércoles, 10 de febrero de 2016

Mamamos todos, o nos vamos




Papelillos, alegría, pitos y popurrís, carruseles, desfiles callejeros  y esto es carnaval. Cadiz está en fiestas, la ciudad se desborda y se desdobla, pero este año más y mejor. 

Después de los encuentros y desencuentros, más los segundos que los primeros, después de utilizar a los familiares asociativos, de manejar estamentos corporativistas y viejunos, de meteduras de pata como aquella del pacto del agua, o las lecciones magistrales del gurú de economía municipal que importamos allá del río San Pedro, este carnaval se lanzan en tropel contra el ayuntamiento con la 'ocupación' de los palcos.

Y es que hasta hace poco la 'clase' eran los auténticos okupas de lo que no debiera de haber dejado de ser lo público, y confundieron administrar y gestionar con disfrutar, si, disfrutar, pero solo 'familias' y adyacentes, - ves eso es una cosa que tenía claro la rubia, sabía cómo tapar la boca a través de compartir de forma ordenada la okupación de palcos y procesiones-, aunque ciertamente  tampoco hubiera hecho falta na, la boca la iban a mantener cerrada.

Todo empezó con los emuladores locales de los Marhuendas, Arcadis y demás, que lanzan informaciones sin contrastar, -grandes profesionales como se ve- y a partir de aquí, lo más rancio, cuál  coro de Julio Pardo, cantan y propagan, eso sí, en el mejor de los casos diciendo como reseña, del blog del Arcadi Local..,¡por la corona del Nazareno!, que diría mi amiga Carmela, y son capaces de montar una Fede de compra y venta de entradas, y aquí no pasana.

Que ofendidos aparecen en la tele, tan ofendidos, que su mirada pasa de la profundidad de la transcendencia intelestual, a la proximidad, -así parece más ofendido, y hasta la gomina del Mercadona se muestra incapaz de mantener su flequillo en su sitio. La mirada, el flequillo al desaire, la cara de malote...todo un tipo para salir a la calle esta semana, aunque al menos ya puede contar a sus nietos, 'a mí me cantaron una copla desde las tablas del Falla'.- sin querer me salió un pareado, se lo dejo de gratis a alguna agrupación callejera que anda falta de rimas y hasta de ritmos.

Yo recomiendo tener cuidado con los fijadores y gominas del Mercadona, no hace mucho leía que algunos de los productos no están muy testados y puede producir reacciones por debajo del cuello cabelludo, es decir, entrando casi en interferencias con las conexiones neuronales, no vaya a ser que nuestros anhelos de pillar alguna dirección general, o 'negocio'ado en general se vea trucada por ese tipo de problemas y no haya más remedio que aguantar carnaval tras carnaval coplillas que nos recuerden los cuatro mil ecuracos que nos metemos en el bolsillo.

Pero bueno, a no preocuparse, no están  la Sra Pelayo y la Sra Martínez tan tranquilas, después de todo, aquí paz y después gloria, y como cantaba el  nano, 'después vuelve el rico a su riqueza, el pobre a su pobreza y el Sr cura a su misa....vamos subiendo la cuesta que arriba en mi calle' SE ACABÓ LA FIESTA' y el carnaval también se acabará, seguro.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Todo cambia, pero menos



Lo cantaba la Negra, que todo cambia, -excelente canción, casi un himno- pero se refería a las cosas, a lo que nos rodea. Las  personas, lo que se dice cambiar, cambiamos poco, y la mayoría de las veces si cambiamos, solo lo hacemos en nuestro aspecto exterior, en pequeño detalles, pero no en el fondo.

Últimamente, desde que algunos ex dirigentes del PSOE han salido de paseo por bares, televisiones de la iglesia, incluso por algún restaurante de la plaza de la Catedral en Cádiz, no escucho más que anatemas contra ellos, diciendo que si son los años, que se les va al olla, o que es el fruto de de las puertas giratorias que dan como un vahído de neuronas, y no, no es esto. En verdad no son muy diferentes de aquellos jóvenes, y no tan jóvenes, que se comían tortillas de patata en el campo y que pusieron de moda entre la progresía patria las chaquetas de pana, aunque también pudiera ser que utilizaban la pana para esconderse como progres, quien sabe.

¿ O es que Corcuera es otro de aquel anticomunista, - lo dice él como valor de su currículum- que metía 'patadas en las puertas'? O es que ese González, dicen que Sr. X en algún sumario de los Gal, padre y ejecutor de reconversiones salvajes, artífice, siguiendo instrucciones de quienes pagaban, de nuestra entrada en la OTAN, de esas leyes de educación que han consagrado la enseñanza desde los sagrarios,......., ¿es que es otro Felipe González del que dice ahora que tiene papeles secretos contra Podemos, que prefiere a Rajoy antes que un gobierno decente? Que va, no es otro, ni es que chochea, es el mismo encantador de serpientes, pero que ya no tiene ningún encanto. 

Si repasamos las pantallas de las televisiones, las páginas de los periódicos, y las cuentas de la redes sociales más reaccionarias, podemos observar a los mismos, sin grandes cambios, solo más viejunos, que los que María Antonia Iglesias promocionaba en esos años por la Televisión Oficial, aunque ahora, con el paso del tiempo, nos recuerden más a cuando en la película de Parque Jurásico se abren las puertas, y salen todos esos bichos prehistóricos de su medio natural, que no es otro que la historia.

Al igual que en Cádiz, los primeros que se avergüenzan son los propios militantes socialistas de 'blancos' que solo están tras un móvil conspirando, pero que no dan la cara, de gente gris con carpetillas azules en pasillos, de 'gitanos consejeros', de miradas profundas y pelos pringue, hay muchos militantes socialistas que se les revuelven las  tripas con estos dinosaurios, porque saben, y yo estoy de acuerdo, que en este país a corto y a medio plazo, con o sin elecciones nuevas, solo con un amplio entendimiento entre grupos y partidos de carácter progresista será posible de verdad un cambio de rumbo. Y en este entendimiento una buena parte de socialistas tienen que estar presentes, ya sea pilotando o en acompañando, desde el PSOE, o desde fuera del PSOE, por lo que representaron ayer y hoy, por derecho propio.

Andalucia Gómez Ruiz




Mis primeros llantos al llegar a esta vida coinciden con las últimas bocanadas de vida de un chaval en Málaga un cuatro de diciembre mientras intentaba enarbolar la verde y blanca. Un cuatro de diciembre de hace ya casi cuarenta años,  !se dice pronto¡, llegué, aunque en verdad yo creo que me reencarné de nuevo, que en cierta forma soy mucho más vieja, casi como si a través de la historia me hubiera ido y venido varias veces, y quizás por esta razón me pusieron Andalucía por nombre.

Muchas veces intento revivir 'mis otras vidas' y no se porqué , pero siempre me inunda la desazón y la melancolía, desazón porque me da la impresión, que como ahora, pocas veces me han tenido en cuenta, y como en estos casi cuarenta años, me han utilizado como excusa para casi todo, sin tenerme en cuenta; desazón porque me encuentro como secuestrada, cautiva de la imagen que han creado de mi, unos y otros, desde su caballo o desde su coche oficial.

Desde pequeña, desde siempre, han hablado en mi nombre, casi siempre se han escondido tras de mí, mis padres, mi marido, hasta mis hijos me han preferido callada, sumisa, y para eso, no sé si por culpa mía, lo reconozco, me han ido modelando en algo que no soy, o al menos no sólo eso. Soy mujer, soy hija y madre, y nunca he renunciado a estos papeles, pero soy mucho más, soy yo.

Necesito, me es imprescindible, mostrarme tal como soy, con mis virtudes y mis defectos, pero yo. Quiero que me vean llorar cuando lloro, bailar cuando bailo y reír cuando estoy alegre, pero yo. Me gusta mirar a los ojos, de forma clara, sin trampas, que lo que he vivido, y también sufrido, no lo convierto en frustración, en desesperanza, todo lo contrario, en voluntad de futuro.

Acostumbrada, como estoy, a ser lo han querido que sea, actuar como esperan que actúe, confundir mis anhelos con sus expectativas, sé que no me va a ser fácil, incluso, a decir verdad, siento vértigo, lo más sencillo es la inercia, seguir esta cuesta abajo sin poner resistencia. Pero lo he decidió durante estos días, tengo que tomar las riendas de mi misma, no quiero, no puedo aguardar a 'otra reencarnación' a ver si tengo más suerte. Mi compromiso con la vida, con el resto de lo que me rodea, hoy estoy convencida, pasa por el compromiso conmigo misma, con Andalucía.