Esta mañana, haciendo la ruta del colesterol, me encontré en la fachada del nuevo Parador de Cadiz esta imagen. En una ciudad con la desesperanza instalada entre su ciudadania a causa del paro, ciertas técnicas de selección de personal, rozan el insulto. Creo que las personas en paro merecen un pelin de respeto, de trato directo. Y lo peor, es una empresa publica. No cuesta nada una atención personal, es el primer paso en la valoración de los futuros empleados. Verja en medio, y al final un buzón-papelera para depositar el curriculum .
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