Publicado en el Diario de la Bahía de Cadiz
No comparecerá ningún fiscal ante la prensa destacada y enviados especiales. No se abrirá ninguna investigación, ni siquiera una comisión de expertos para averiguar qué pasó. No sabremos nunca sus nombres, de donde venían. Ni funerales oficiales, ni oficiosos, de ninguna confesión religiosa, solo algún minuto de silencio perdido; no se levantaran monolitos que conmemoren el hecho, ni se producirán ofrendas florales, coronas .....
La noticia en periódicos e informativos apenas durará un par de días, sin saber a ciencia cierta el numero, solo precedida por la indeterminación de 'unos cuatrocientos..' y poco más. Estas noticias, me dicen, 'se queman pronto, no venden'
Atrás dejaron familias, pueblos, en un buen número de casos nunca sabrán que pasó con ellos, si llegaron y si pudieron iniciar una nueva vida lejos del hambre, de las guerras. Algún abuelo pasará el resto de sus días creyendo que su nieto estudia en algún colegio europeo, esperando la carta, el mensaje diciendo 'ya podéis venir'.
Pocos intentarán ni siquiera imaginar el momento en el que una madre tiene que soltar al hijo, que mantiene en sus brazos, en su desigual lucha contra las frías olas, el último contacto visual con su criatura que muere casi sin haber vivido... , gritos, llantos, y al final....silencio, solo silencio.
Mientras, nosotros, la gran Europa, promovemos un encuentro en Barcelona entre países vecinos de este 'Mare de Muertos'. Pero no, estos temas no se tratan en estas cumbres, sí que lo aprovechan para recalcar que Barcelona es una ciudad de amplia vocación europea, mientras que el otro apostilla que es una capital española; vergüenza, asco..sinverguenzas
Jorge Manrique se equivocaba cuando escribió a la muerte de su padre. Yo era de los que creía que, como él decía,- 'allegados son iguales los que viven por sus manos que los ricos' -, la muerte nos igualaba a todas las personas; pero no, hay muertos y muertos. Hay muertos que son capaces de unir en una manifestación en París a jefes de estado de aquí y de allí, que son capaces de movilizar a miles de conciencias, a ricos y pobres, a palestinos e israelitas, y muchos, muchos titulares, mientras que con otros en parecidas circunstancias, al ser universitarios africanos, lo solucionamos con un par informaciones y a otra cosa mariposa.
Hay accidentes, que provocan cumbres en las cumbres, y otros que apenas algún mensaje en las redes sociales de dolor y poco más.
Me gustaría traer vuestros nombres a estas líneas, me gustaría que se supiera el número exacto de fallecidos, me gustaría que fuéramos capaces de sostener vuestra mirada sin agachar la nuestra de vergüenza. Quisiera que nos contarais vuestras historias, razones, quien os metió en esa barcaza de la muerte. Pero no, me temo que no, que solo podré desde aquí rendir homenaje y recuerdo 'a unas cuatrocientas personas muertas en el Mediterráneo cuando intentaban llegar a Europa' , o quizás debiera decir ' a 'unas cuatrocientas personas asesinadas cuando intentaban llegar a Europa'.
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