Artículo publicado en el Diario de la Bahía de Cádiz, firmado por Pepe Pettenghi y Fermin Aparicio
La escuela, como el papel, lo aguanta todo y así el Gobierno del Partido Popular tiene proyectado impartir en los institutos un módulo de Tauromaquia para la Formación Profesional Básica.
No es ninguna broma, y además ya tiene diseñado el plan de estudios, la distribución horaria en los dos cursos de duración y las materias que se impartirán: Lidia y Liturgia taurina, Las Suertes del Toreo I, Las Suertes del Toreo II, Limpieza y Conservación del Traje de Luces… que conducen a la titulación de “Novillero sin Picadores”.
¡El sueño de Calomarde hecho realidad! Merecidísimo homenaje a Tadeo Calomarde, aquel gran ministro de Fernando VII que cerró las universidades y abrió una Escuela de Tauromaquia. El Partido Popular siempre tan atento…
Donde se ponga una peineta, unos puros humeantes, el sol y las moscas de una plaza de toros, que se quite el ADN, los logaritmos y, sobre todo, la ortografía, que siempre está poniendo pegas. Hombre, por Dios, ya es hora de que se sustituya la ética por un buen par de banderillas y que se quite a Kant y se ponga a Jesulín de Ubrique que es más español, dónde va a parar.
Dicen algunos, que seguramente no se sienten españoles, que esto es propio de un país atrasado e ignorante. Desde aquí les digo que los toros son una bonita tradición milenaria que da muchos puestos de trabajo. Si el Estado ayuda a las librerías ¿por qué no a los toros? Además, ¿es que es malo saber lo que es una estocada pescuecera? ¡Si el toro no sufre, hombre! ¡Y es tan, tan español!
Por cierto, yo propongo que el viaje fin de curso se haga a un lugar tan español y, lo que es lo mismo, tan taurino como Tordesillas. Los alumnos aprenderían mucho.
Pues ya digo, me parece bien que los toros, esa fiesta popular tan española, se estudie en los colegios. Así, cuando el torero sufra una cornada, ya nadie podrá decir:
- ¡Haber estudiao!
Otro nuevo ciclo formativo fue aprobado por el Consejo de Ministros y publicado en el BOE el 29 de agosto de este año, el profesional básico en actividades domésticas y limpieza de edificios.
En el anexo de la publicación se especifica que “La competencia general del título consiste en realizar actividades domésticas de limpieza, cocina, cuidado de ropa y apoyo a personas en el ámbito doméstico, así como realizar operaciones básicas de limpieza en edificios, oficinas y locales comerciales.”
Qué contenta estaría Primo de Rivera (Pilar), la obra para la que fue llamada, la Sección Femenina, hoy vuelve a la juventud, a los planes de estudio.
De nuevo en las aulas se recobrará el sonido del tejido de la rafia, esa aguja abriéndose paso entre la tela en un cuidadoso punto de cruz. Quién sabe si para completar esta formación tan nuestra, no se incluirán unas horas de prácticas de coros y danzas de las regiones y nacionalidades.
Parece que todo apunta a que en este ciclo, eso sí, básico, se podrá seguir también en su modalidad de 'en tiempo de crisis’, en el que se profundizará en las habilidades de cómo dar la vuelta a un abrigo, zurcir un calcetín o media, y poner parches y rodilleras allí donde el roce de los buenos muslos consiguen abrir boquete (en el pantalón).
La autoridad eclesial está tentada en pedir la convalidación del ciclo con el curso de preparación al matrimonio; eso sí, esto significaría introducir lecturas piadosas en voz alta durante las labores, por eso de dar prestigio a la formación profesional. En el mismo sentido se va a pronunciar el empresariado de salas de fiestas y discotecas, y pedirán el diploma de la especialidad para entrar, de esta forma se asegurará que las parejas, que se formen en estos lugares, están preparadas para atender las necesidades domésticas, -en particular ellas-.
Ahora bien, si se trata de que la juventud estudie cosas propias de este país y no estupideces extranjerizantes, el Gobierno del PP podría poner en el plan de estudios un “Módulo de Corrupción”, algo muy español, o de “Gestor de Cajas B”, también muy práctico.
Pepe Pettenghi / Fermin Aparicio
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