En estos días de calor y entre anuncios de elecciones anticipadas, de hambre en África, me dio por organizar el armario. Los altillos de los armarios son como nuestra memoria documental, vamos guardando cajas con fotos, cajas con cartas, cajas con cajas mas pequeñas,que cuando las abrimos nos traen a nosotros mismos, pero de años atrás. La verdad, a veces da vértigo encontrarnos en papeles amarillentos, en fotografías que se difuminan al paso de los años.
Traigo hoy, seguiré poniendo mas cosas, un poema, bueno ¿un poema?, casi que prefiero llamar poesía preadolescente. La autora Esther, nueve años. Localización geográfica Madrid. Año 1977. Con todos las salvedades literarias, así veía esta niña su entorno. Es mi hermana.
!hay que matan!
!hay que matan!
Y a mi que pena
Me da, nos matan a
Los abogaos y nos tenemos
Que callar, le he han
Las culpas al GRAPO
y yo no se que decir
Secuestran a esos señores
Y los tendrán en Madrid
Al ministro de las gafas
Yo le quisiera decir
Que encierre a los guerrilleros
Y se deje de fingir
Pues, señores !hay que
ejemplo! Que le dimos
Al gobierno nos tienen
Por revoltosos y somos cama
radas buenos. Y el día
Del entierro con
lagrimas en los ojos, estaban
todos muy tristes y con
nadie se metieron
Con faltas métricas y ortográficas incluidas
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