Hoy en este Cádiz, en el que hace 200 años dejamos de ser vasallos para ser ciudadanos, un grupo de personas, de ciudadanos y de ciudadanas nos hemos autoconvocado a través de las redes sociales para mostrar nuestra repulsa y nuestra vergüenza por la sentencia que condena al Juez Baltasar Garzón.
En una sociedad que tiene una Justicia que permite absolver a corruptos y que condena al Juez que los persigue, algo no funciona.
La sentencia del Tribunal Supremo, a todas luces injusta, expulsa de la carrera judicial a unos de los juristas que mas ha trabajado contra la delincuencia organizada, indistintamente del color político del que hicieran gala.
Ante una sentencia fundamentada, mas en una especie de vendetta que en razones de justicia, no nos podemos quedar impasibles.
En estos negros días para la justicia, queremos alzar nuestra voz contra uno de los atropellos más importantes cometidos en este país, y que nos recuerda más a las sentencias del Tribunal de Orden Publico del régimen anterior que la de un tribunal de una sociedad democrática.
Cádiz, 10 de Febrero de 2012, año del bicentenario de la Constitución de 1812
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