Publicado en el Diario de la Bahía de Cadiz
Llevo una buena parte de la semana pasada recordando y homenajeando poetas. El jueves en Puerto Real fue a Gabriel Celaya, a cargo del Ateneo Cultural Republicano. El ingeniero y obrero del verso, el que maldecía a "la poesía de quien toma partido, partido hasta forrarse", - esta fue una variación del original que hizo el propio Paco Ibáñez -. Los recuerdos, la memoria es caprichosa, cada uno puede resumir una historia en un par de fotógrafas, no se porqué, pero durante este homenaje, a mi, me martilleaba la de Amparitxu, su compañera, agarrada llorando al busto del poeta durante un homenaje en no me acuerdo que pueblo de Euskadi. La banda sonora del acto era la de un grupo de "iluminados" que lanzaban gritos de "españolista" a la viuda y al poeta; cuanto menos curioso, por no decir patético.
El viernes era con Don Antonio Machado en la Biblioteca Provincial, lecturas y recuerdos del sevillano, que en Castilla se hizo universal. Un documental de la televisión andaluza, un poco antiguo, ilustraba el acto. Hay que ver si es grande y profunda la obra de Don Antonio,-amor, compromiso, decepción y más amor-, pero vuelvo a los fotogramas, a la foto fija. El poeta cruza la frontera con Francia camino del exilio, en la imagen en blanco y negro, una fila de personas a pie cargados de sus enseres, también de sus recuerdos que arrastran, unos pasos atrás, una anciana ,de negro riguroso y pañuelo en la cabeza, intenta no quedarse en el camino con la complicidad de un cayado. En "off" escucho la voz de Paco Rabal que lee,
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Mi buena amiga Lola Sanisidro hablaba el otro día de que todos los momentos, todas las generaciones, todos los procesos sociales tienen su banda sonora, sus canciones y músicas, y sus poemas. Podemos identificar una época, un momento al hilo de unas notas musicales o al ritmo de unos cuantos de poemas.
Puedo recorrer las páginas de un periódico, y si tengo el día cantarín, lo hago saltando de poema en poema, de canción en canción, al menos se me hace más llevadero llegar a la última página.
Me pasa cuando veo noticias, fotos, de Susana Díaz y José Manuel Moreno, que no digo yo que sean idénticos, que no, pero si muy parecidos en formas de acceso a la cima de la "clase política", en sus historiales "profesionales" de cachorros miméticos, los dos encarnan al fin y al cabo a esos que han entendido que al liderazgo social se llega desde los despachos, maniobras de oscuras congresos y alquimia de aparatos de partidos del siglo IXX. Nacidos, en eso coinciden, para mandar. Siempre les pongo, a estos "ni..,ni..", la letra y sintonía de El Prócer que cantaba Claudina y Alberto Gambino : "....cuando era un leve pensamiento en la cabeza de su madre, él había decidido su futuro, entre ser o no ser, había decidido ser un procer..."
El ayuntamiento de Cádiz, convertido en la corte - en cualquiera de sus acepciones- de Teofila Martínez, contagiado de esa enfermedad que lo mismo ataca a corruptos plebeyos o de sangre azul, al senador Granados, al senador Jose Blas Fernández, que hace olvidar nombres y personas, hechos y pasajes..,me crea una duda de evocación, entre toda una película, " la caída de los dioses" y una canción :
"...la verdad, no sé por qué
se me olvidó que te olvidé
a mí que nada se me olvida."
Aunque lo de nuestro PPBlas, metido a Cid Querelleador, dispuesto a llevar a los juzgados de San José, -el mismo que últimamente es visitado asiduamente por miembros y ex-miembros del PP gaditano-, a concejales, video aficionados, a prensa y periodistas, a viejos y a jóvenes, a todo lo que en Cádiz se menee y ponga en solfa su figura, me trae la imagen en verso y canción:
"..Buen don Guido y equipaje,
¡buen viaje!.
El acá
y el allá,
caballero,
se ve en tu rostro marchito,
lo infinito:
cero, cero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario