Veo la foto de Safia Adem llorando la muerte de su hijo en Somalia,mientras desde uno de los puestos de venta de souvenirs de la izquierda extraparlamentaria , que consiguieron la posibilidad de instalación en Tirso de Molina en los años en los que Madrid disfrutaba del Viejo Profesor como alcalde, se grita : cuidado con las carteras que viene el Papa.
Demasiados errores, demasiadas disculpas por pedir,o es que son así; pero la verdad es que la Iglesia Oficial levanta iras en ciertos segmentos sociales. La imaginación emprende el vuelo.
Si yo fuera el Papa cambiaría el rostro del dolor, mira que a mi las Vírgenes sufrientes, llamense Macarenas, de Aguas, o Trianeras me parecen que lo consiguen, pero el dolor de Safia es un dolor de los que duele al verlo, no tiene ni esmeraldas, ni zafiros, ni lagrimas de brillantes, por no tener no tiene ni lagrimas,solo eso dolor y casi ni esperanza, pero te reclama, y a mi como Papa me reclama el calzarme las sandalias y salir a su encuentro y consolarla. Hoy no vale solo eso de enseñar a pescar, hoy lo que necesita es pescado de forma urgente.
Al bajar del avión, después de besar la tierra que piso, y antes de dar bendiciones, me confesaría, pero públicamente, cara a cara pediría perdón. Pediría perdón por todas las guerras que he bendecido, en Europa, en Asia y America; pero como estoy aquí, pediría perdón por estar donde estuve durante vuestra guerra, bendiciendo a golpistas y terratenientes, os pediría simplemente perdón.
Inmediatamente, no perdonaría a las mujeres que han abortado, les pediría que me perdonaran por sumar a su calvario por la decisión de abortar, piedras y pedradas morales y algunas veces físicas.
Buscaría entre la gente, a esos dos gaditanos, que en los últimos carnavales pregonaban a los cuatro vientos su desolación por no poder casarse ante su Virgen de Rosario, simplemente por ser dos hombres que se quieren. Les llamaría les pediría perdón, y los casaría, y le pediría que se amaran.
Pediría perdón, suplicaría perdón a los cientos de niños y de niñas que cuando menos les hemos atormentado, les hemos torturado moralmente, hemos abusado de ellos. Se que no será fácil, pero les pediría perdón.
Pediría perdón a todas la mujeres que hemos ignorado, que apartado, que hemos despreciado simplemente por ser mujeres.
Si yo fuera Papa,...... cuidado con las carteras que viene el Papa,, siguen gritando, mientras África se muere de hambre y yo sigo con mi cafe mañanero...
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