lunes, 17 de septiembre de 2012

Aquel quince de Septiembre en Madrid

De muy lejos, de muy lejos,
llegaban todas las esperanzas,
y parecían nuevas,
recién estrenadas:
de muy lejos las traíamos.
Por unas cuantos horas
nos sentimos libres,
y el que ha sentido la libertad
tiene más fuerzas para vivir
(Raimon)

0,00 horas, Avenida de Andalucía, el día comienza compartiendo decepciones, conversaciones con quienes creímos que construíamos proyectos por Cadiz, que se quedaron a medio camino, como esos pasteles sin hornear, como la mahonesa que se te corta entre las manos, y que deja de ser proyecto, ni mahonesa.., pero pronto los ánimos cambian ciento ochenta grados, cuando veo los ojos de Eulogio el fotógrafo, unos ojos que conocen este Cadiz como pocos. Ojos que miran, observan, digieren lo que ven porque tienen el saber ver la ciudad , sus calles, sus gentes , y nos devuelve estas imágenes en forma de instantáneas para que nos podamos reconocer. Hoy los ojos de Eulogio brillan, rebosan alegría, me tiende la mano mientras decimos casi al unísono, 'quillo vamos pa Madrid'.

A la hora que pasamos por la Avenida, es la hora de las terrazas llenas de gente que intentan combatir el calor nocturno, es la hora en la que los buses que se dirigen hacia el centro pasan llenos de jóvenes llenos de ganas de quemar la noche.

Los primeros gritos y cánticos de los que vamos hacia Madrid se escuchan. Alguien grita ! Esperaaaaannnzaaa! , otro responde !Aguirre!,,el resto ! Guapa! Guapa! Guapa! Y risas, risas , risas. Algún ! Rajooooooooy! seguido de un rotundo !cabron!, sin mucho seguimiento, todavía nos estamos acomodando en los asientos, algunos flashes anuncian fotos recuerdos de este viaje hacia la dignidad. Unanimidad en el grito general al pasar por delante del Carranza l !ese Cai! anuncia uno, y una respuesta unánime y a pleno pulmón,,!oe!, y es que el Cai, es mucho Cai para Cai.

Puente Carranza, las luces de Navantia se reflejan en la Bahia,y casi un silencio absoluto al pasar por lo que fue Delphi rodeado de oscuridad.

Las luces de Jerez nos mete en la noche de la autovia, las primeras cabezadas, las primeras toses, y el sueño se instala en los asientos.

3,45 horas, Parada en San Pedro Abad. La reducción de velocidad, las curvas sucesivas, el resplandor de los focos del área de servicio nos despierta. La primera imagen desde el autocar, todavía en marcha, son los mas de 40 autocares en el parking. Autocares de San Fernando, de Jerez, del Puerto.... Noche cerrada, pero con una luz especial, la de la complicidad, la de la alegría de saberse protagonistas de este 15 de Septiembre que va hacia Madrid.
Algunas horas después se repetirían las mismas escenas en Santa Cruz de Mudelar, mas cansados y menos dormidos. Al poco de salir de La estación de servicio, en la parte derecha empieza a dibujarse la linea del horizonte, los rojos, amarillos y violetas nos anuncian que el dia ha roto aguas. La claridad se va imponiendo en todas las direcciones. Los molinos de viento, los campos de viñas, unas muy suaves montañas color oro viejo y ocre saludan a una fila de autocares de locos andaluces que salieron hace ya muchas horas del sur del sur.

Las redes empiezan a calentarse, desde Argentina dicen que #15S es lo mas repetido a nivel nacional y va a convertirse mundial. Mensajes en ciento cuarenta caracteres llenos de emociones. "venimos desde Galicia, nos faltan...." "acabamos salir desde Valencia.." Desde Aldeacentenera vamos hacia Madrid" .

Uno de los mensajes mas bonitos lo manda una persona de Sanlucar que vive en Madrid. " andaluces que fuisteis unos de los primeros en levantaros como dijo Blas Infante, # Andaluciaenmadrid, #15S. Orgullo de socialista."

10,39 , Paseo del Prado, hace ya un buen rato que el autocar nos dejo en la misma plaza de Carlos V, desde todos los puntos cardinales grupos de personas van avanzado hacia el Paseo del Prado, banderas de CCOO, senyeras valencianas, banderas de UGT, extremeños verdes,blancos y negros, sus energías renovables , sus pactos incompresibles.., un nutrido grupo de jóvenes socialistas que levantan con orgullo la verde y blanca. Mientras una bandera amarilla y azul pasa por delante de mi, es la del Cadiz CF, y yo me siento en casa, entre mi gente, a 620 kilómetros, pero en casa.

Y empiezan a visualizarse las mareas. La marea verde de la enseñanza recortada, de los profesores despedidos, de las aulas masificadas. Miles de camisetas verdes lucidas por maestros recién salidos de la facultad, por maestras con muchos años de vuelo y de pizarras. Padres, madres y abuelas que saben que es necesaria una enseñanza publica, de calidad y gratuita para todos y para todas. Que saben que la educación es lo que nos hace libres e iguales, que la educación es un derecho y no un negocio.

La marea blanca de la sanidad, de esa sanidad universal, que ha dejado de serlo. Que salió de casas de Socorro y de hospitales de beneficencia para ser un orgullo general y que quieren volver a meter, pero esta vez con luminosos de Capios, Pascuales,..en la que la investigación la hagan las multinacionales de medicamentos.

Negra la marea de funcionarios negros. Desprestigiados, difamados, maltratados. Esos trabajadores, esas trabajadoras al servicio de todos.

Roja la marea sindical, el orgullo sindical diría yo. Trabajadores y trabajadoras organizados. Diana de las iras, porque ellos son uno de los mas claramente les dicen que por ahí no. Porque ellos junto con todos han posibilitado mantener cierta cota de derechos. Porque en el camino de asalto a mano armada que se esta produciendo, no es casualidad que no quieran sindicatos, que no quieran negociación colectiva, que no quieran derechos de trabajadores. Y pienso que los mismos anti sindicales de clase, son los del beso en la feria de Jerez. Y hoy no puedo dejar de acordarme de Pablo, de Marcelino, de Nicolás, y les digo a tantos y tantas trabajadores organizados en sindicatos, sois imprescindibles, ayer y hoy.

Un color morado me llega desde lo mas profundo, el de la mujer, la compañera, la que esta al lado y no detrás, la que porque es un peligro para sus planes la quieren volver a encerrar en la cocina, la que no esta dispuesta, ni yo tampoco, a que dejar de ser dueña de su cuerpo.

Mareas multicolores de los que creen que los armarios son para guardar ropa y no para esconderse. Mareas de abuelos y abuelas que se han vuelto a sentirse útiles en plazas y calles...... Una buena parte de las diferentes mareas ni las pude ver, imposible con tanto personal, que diría mi madre. Al final cada uno de los allí presentes éramos una marea.

Cuando ya subía la calle Bárbara de Braganza, cambiaba opiniones con una desconocida y nos conocimos mientras nos retirábamos, " y es que quieren acabar con todo" me decía, no son ya los recortes, eso es una excusa, lo que están haciendo es castrando a la gente, hundirla en la desesperanza y a la vez llenarse los bolsillos. Con un "lo tenemos que parar" nos despedíamos a la altura de Mejía Lequerica.

No sucumban ante nada, frente a cualquiera que no quiera que sean felices, se ponen de pie y sonrían, miren hacia delante y sigan viviendo.




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