Ayer compareció en "sede parlamentaria" Ada Colau, de las entidades de lucha contra el fraude de las hipotecas, un soplo de ciudadanía ante sus señorías, algunas se escandalizaron cuando les dijo mirando a los ojos, que tenían que atender la demanda social, que pesaría sobre sus conciencias si no apoyaban la iniciativa, y que además serían señalados públicamente. Si, se escandalizaron porque la ciudadanía tuvo acceso a la cámara que representa a la ciudadanía, se escandalizaron porque vieron el futuro que les espera, ser controlados por sus representados, y esto les da miedo.
Pocos diputados comunicaban ayer vía redes sociales la comparecencia, menos los que se alegraban, incluso alguno entre las filas de la oposición desaprobaban la mención a la conciencia individual que hacia Ada. Que lástima, que decía León Felipe, que siguen sin enterarse que así es la democracia que se avecina, la única que puede llamarse así.
miércoles, 6 de febrero de 2013
¿Cuándo esta será la práctica normal parlamentaria?
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