Esta mañana lo comentaba Rafael, "prefiero ver a un miembro de ETA con una pancarta que con una pistola en la mano". Evidente la que se ha liado con esta fotografía del etarra en la puerta de la cárcel esta siendo buena.
Una parte de la derecha del país, la parte que habla, porque su líder pasara a la historia de las campañas electorales como Mariano el Mudo, mas por oportunismo electoral, quiero creer, que por convencimiento, ha encontrado una nueva liebre a la que seguir. Y es que en el todo vale,da lo mismo que sea un Tribunal Contitucional, un etarra que sale de la cárcel y pide el voto, o un trozo de papel que se lleva el Levante, salen corriendo tras el, como un galgo intentando cazar a la liebre.
Casi esto hasta podría ser "normal" en esta rara campaña en la que si pueden no se habla de las elecciones municipales. Da la impresión que todo vale. Y no es verdad, no es verdad que las urnas pueden "blanquear" la corrupción, un candidato corrupto, lo mas que puede llegar a ser pasando por las urnas es un electo corrupto, pero la urna no funciona como una especie de purgatorio rehabilitador de corruptos.
Como tampoco es verdad que la utilización del cinismo mas profundo, o la utilización del dolor como herramientas para captar votos, las urnas lo reconviertan en bondad. Quizás el problema va mucho mas allá.
Para la normalización de una sociedad en la que la violencia y el terror han sido unas de sus características, el abandono de las armas y métodos violentos es sin duda el primer paso, pero es eso, un primer paso de un largo camino. Curar las heridas, volver a confiar en el vecino, convivir en paz, el día a día del día después es seguro lo mas difícil.
Y esto lo saben los voceros que se rasgan las vestiduras al ver a un etarra con una pancarta en la mano, me resisto a pensar que preferirían verlo con una pistola.
1 comentario:
Política carroñera con objetivos espúreos.
Publicar un comentario