Ayer miles de personas, llevamos nuestra indignación por las calles de ciudades y pueblos. Lo de la generación "ni" no, decididamente no me gusta, primero no soy tan joven, segundo,ayer se demostró que esta mal llamada generación perdida, lejos de perderse, se reincontro en la calle paseando la indignación ante una situación de la que no es culpable, y eso es bueno.
La indignación, es una forma de contacto con esta dura realidad, pero la indignación, aunque importante, no es suficiente. Ante esta situación son varias las alternativas, algunas colectivas, otras individuales. Indignados y no intentar cambiar la realidad, a lo mas que lleva es a la frustración, a la desesperanza. Por eso yo el día 22 no me resignare, y mi voto no se resignara y estará en la urna.
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