Hace unos cuantos meses del 15M,
cientos de personas salimos a la calle, llenamos plazas, y en público mostramos
nuestro rechazo ante una situación que nos indignaba, que no era sostenible.
Han pasado unos cuantos meses, y día a día se ha ido, para unos, configurando
una nueva forma de intervención social, para otros, diluyendo lo que pudo haber
sido una primavera democrática.
Es muy difícil, y se puede pecar
de simplista, justificar las raíces del “movimiento”. Es indudable que al calor
de la situación, algunos, los menos, han teorizado este desde posiciones
antisistema democrático, y no me estoy refiriendo a los antisistema desde la
izquierda, me refiero a los antisistema democrático instalados en el poder
socio económico, que han intentado repetidas veces el desprestigio e
invalidación del propio sistema. Conocidas son las voces de que todos son
iguales, no nos representan…… Agresiones a los parlamentarios catalanes,
ocupación marginal de espacios públicos, han provocado que se corra el peligro
de marginalizar lo que ha podido ser una expresión auténticamente popular de
rechazo a una situación viciada e injusta.
También han acudido gente que, más
o menos frustrada de carreras personales en la actividad política han
intentado, y me parece bien, encontrar nuevas formas o canales de expresión de
sus aspiraciones.
No hace mucho, alguien me decía,
que el 15m estaba muy bien hasta que hacían propuestas de alternativas a la
situación, cuando las hacían.
Pero lo más importante, al menos
creo yo, ha sido que la inmensa mayoría de personas, jóvenes y no tan jóvenes
que han participado en todo este proceso han sido capaces de interesarse y de
hablar de los problemas, de la injusticia, sin tapujos con creatividad, con
ganas de contar. Este es el valor más importante que yo remarcaría.
Desde el 15M a este 15O han
pasado muchas cosas como decía antes, Europa en particular no encuentra el
camino, seguro tiene mucho que ver la orientación política de sus dirigentes
actuales, obsesionados no tanto por salir de la situación, si no por controlar
gasto.
En España después de una
elecciones ampliamente perdidas desde la izquierda, la derecha no solo amenaza
con dependes y ya veremos, esta decidida, como tiene su lógica, a resituar los
avances progresistas que durante los últimos años se han ido legislando. Parte
de la Izquierda, la que se dice Unida, se ha descalificado con sus políticas de
pactos. Surgen nuevas a veces no tan
nuevas experiencias políticas, Equo, alianzas puntuales territoriales,….,
legitimas sin duda, pero que no pretenden gobernar, cambiar las cosas, solo
capitalizar descontentos y estar presentes en la actividad parlamentaria.
Pero el problema hoy no es otro
que el intentar a través de la acción de gobierno o del parlamento la mayoría
social suficiente como para parar esta corriente conservadora, no solo en España,
también en Europa.
Caer en la resignación del todos son
iguales, que no lo somos, es la claudicación misma, el abandono adornado con
adjetivos, pero abandono. Yo me indigno pero ni me resigno, ni abandono, por
eso yo votare progresista, votare socialista, votare PSOE el 20 de Noviembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario