Se agudiza el conflicto laboral de Navantia en la Bahia de Cadiz, algunas estrategias parecen coincidir.
Foto de Antonio Vazquez, publicada por la Voz.
La falta de carga de trabajo en los astilleros de Cadiz hace peligrar su propia existencia. La cacicada de los parlamentarios del Partido Popular en la provincia de Cadiz, votando en el parlamento contra el mantenimiento de las dotaciones presupuestarias para la concreción de pedidos es algo mas que una anécdota. El desvío de trabajo de Cadiz a Galicia a las puertas de las elecciones gallegas, suena mas a maniobra político- electoral es su peor de los sentidos.
Todo empuja a los trabajadores, a los sindicatos al sacar el conflicto a la calle. El conflicto, así, se convierte en un problema social, en un conflicto que no es solo de un grupo aislado de trabajadores gaditanos, si no un problema del conjunto de la ciudadanía, ya que si astilleros muere, Cadiz agoniza.
En este marco, no es solo de solidaridad con los trabajadores de Navantia, que también, es un problema de todos los gaditanos y gaditanas. Y para esto los trabajadores, los sindicatos buscan alianzas, mesas unitarias, pronunciamientos, en una palabra la movilización del conjunto de la sociedad. Pero esta alianza se puede quebrar, si la ciudadanía no solo entiende el problema como algo propio, sino que se sienten rehenes del conflicto.
Bloqueos injustificados de la circulación, vandalismo sobre mobiliario urbano, no solo pueden servir para justificar opiniones como la del delegado del gobierno cuando decía que estaba en contra de las movilizaciones por cuestión de imagen ante el turismo, lo mas grave y preocupante es que pueden significar el alejamiento de la sociedad del conflicto.
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