Parece ser ,según todas las informaciones, que durante la madrugada de hoy se ha llegado a un acuerdo en la mesa de negociaciones entre sindicatos, patronal y gobierno. Como todos los acuerdos, cuando son acuerdos, no coincide con los puntos de partida de nadie, pero es el punto de encuentro en el que todos pueden coincidir.
En un mundo cambiante, lo que suele pasar es que nos descolocamos fácilmente. Es algo parecido cuando vamos en el autobús, y el conductor mete un frenazo o toma una curva a cierta velocidad, todos los pasajeros que van de pie sufren ciertos desplazamientos, algo así nos pasa a todos cuando ocurren situaciones nuevas, que nos descolocamos, en el caso de la derecha les ha pasado que aunque iban sentados tambien, y claro nos cuesta trabajo incluso reconocer nuestra nueva situación o mejor dicho recuperar la que teníamos para sentirnos cómodos y seguros. Es consustancial a todas “las personas humanas”.
En los mencionados acuerdos, el punto mas mediático está siendo el de las pensiones, la derecha de este país, no ha dudado en poner todas las minas posibles en el camino para crear en la opinión pública una corriente de opinión en contra de cualquier modificación de los sistemas vigentes. ¿Pero es este el tema más importante?
Yo creo que no. Como he dicho ya en alguna ocasión, la carga de profundidad que se plantea, es la propia necesidad de los sindicatos. La apuesta, de parte de la patronal y de la derecha y sus voceros, de prescindir de la interlocución de los sindicatos en las relaciones laborales en este país, utilizando no importa que herramienta para conseguirla, ha sido y es el nucleo de esta.
No sin riesgos, los sindicatos de clase y el gobierno han sido capaces de articular un posible acuerdo, creando las condiciones para seguir avanzando en medio de esta jungla de crisis.
Ahora, a seguir trabajando, este país necesita un gobierno responsable, unas fuerzas sociales, en especial unos sindicatos de clase fuertes y dinámicos y una derecha también, aunque no creo que dé la talla, que entienda que su propio sentido esta en el bienestar de la sociedad a la que pertenece y no en ganar o perder unas elecciones.
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