Hace dos años publiqué un articulo a raiz de la muerte de una mujer en manos de su pareja, hoy desgraciadamente ante las dos primeras muertes del año, vuelve a tener toda la vigencia.
No vale solo guardar un minuto de silencio, no vale la indiferencia ante situaciones de violencia, aunque esta sea verbal. No vale que solo se nos corte el cafe cuando oimos la noticia durante el desayuno. No vale levantar durante un cuarto de hora un cartel en el que escribimos "todas y todos somos victimas"
Hace falta llevar a todos los ambitos sociales, a la escuela, al ayuntamiento, a la diputacion, al lugar del trabajo actuciones claras y contudentes que posibiliten la convivencia. Los grandes detalles son importantes por supuesto, tenemos leyes, pero hay que aplicarlas. Tenemos politicas municipales, pero hay que concretarlas en sistemas y procedimientos.
Desde el dolor y como decia antes con cierta vergüenza de ser hombre, pero tambien de ser persona, este poema de Cesar Vallejo , sirva de homenaje a ...........
Al fin de la batalla,y muerto el combatiente,
vino hacia él un hombrey le dijo:
«No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
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