La persona, desde siempre ha estado ligada a sus mitos, los mitos han sido imprescindibles para que la humanidad avance. Mitos ya sean divinos, humanos o mitad y mitad. Siempre hemos necesitado puntos de referencia, referencias distintas a las del contrario. Así hemos tenido banderas, símbolos, estéticas que nos configuran como grupo con sus señas de identidad., comprometiéndonos con estos mitos, con estas señas de identidad, hasta sentirlas como una parte de nosotros mismos, pasando de la identidad colectiva a la identidad personal.
Ejemplos en nuestros días, por todos lados. Durante un periodo de tiempo, aun hoy, el llevar determinado periódico debajo del brazo, independientemente de que estemos de acuerdo con su línea editorial, es en cierto modo como llevar una insignia que nos diferencia del adversario, vecino o contrario y a la vez nos identifica con los del “clan común” Paseando ayer por la Caleta, se podía distinguir aquellos que llevan el País, con los que llevaban el Mundo, y en un porcentaje alto esto podría servir de pequeño muestreo electoral. Lo mismo ocurre con las emisoras de radio, con bares y un largo etc...
Este “compromiso publico y personal “ha sido aprovechado por las empresas, incluso en sus relaciones laborales, a todos nos suena eso del “compromiso con la tarea” que en el fondo no es otra cosa que la identificación con la empresa, el sentirse empresa. En otro orden de cosas igual en el mundo deportivo, nuestro equipo es nuestro y es mejor que el de enfrente, entre otras cosas porque es nuestro. Si eres de León tu banco no es otro que Caja España, si eres de Madrid claro esta que es Caja Madrid,… y así gracias a esta identificación con lo nuestro pues todos contentos y suma y sigue haciendo caja.
El problema nos surge ahora, con las fusiones, ventas y compras incluso de símbolos. Pobres cordobeses tener que superar el trauma de ser un poco vascos, pobres seguidores de la Cuatro que ahora son mas Telecinco (emisora enemiga), o pobre trabajador de la Fiat, tan italiano él, que amenaza con irse a Brasil.
Mientras andamos por ahí como un poco zombis sin referencias, cada vez con menos mitos, ellos “nuestros mitos” hacen caja, sino que se le pregunten al académico Cebrian, en algún sitio dicen que haciendo caja y mucha con las compras fusiones o infusiones.
Quizás puede estar llegando la hora de los zombis, puede estar llegando la hora de ejercer nuestro derecho a ejercer de personas que consumen y eligen que consumir, de ser conscientes que sin zombis no ganan dinero y que aunque puedan parecer muertos, están vivos y ejercen de ser vivo, eligiendo.
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