El 19 de Enero, se cumplen 25 años del fallecimiento de nuestro viejo Profesor "Enrique Tierno Galván", parece que fue ayer cuando un grupo de caballos tiraba una carroza con el féretro de D. Enrique. Me pilló por los madriles. En mayo se acercan las elecciones municipales, y quizás sería bueno reflexionar sobre la figura del Profesor.¿Que tenia que hacia que las calles de Madrid se llenaran ante el paso de una carroza con su feretro?. ¿Era que en esa época los pueblos querian a sus alcaldes porque no habia crisis economica?¿ Era porque era un hombre culto? ¿Era porque no se comprometia?. Quizás como siempre no hay una sola respuesta, ni esta es tan sencilla, pero una cosa fue cierta, El Profesor significó algo mas que el cabeza de lista de un partido politico, era el candidato de algo mas, era el candidato en el que confluían voluntades de cambio, era el candidato de la suma y no de la resta. EL viejo profesor fue el alcalde de la juventud, de la movida madrileña, de las fiestas del 2 de Mayo, de las llamadas a ¡colocarse!, por cierto hoy se imagina alguien ¿donde acabaría un alcalde que hiciera este llamamiento?, pero a la vez D. Enrique recibía al Papa en un perfecto latín.
Enrique Tierno Galván, no se arrugaba ante el cuerpo a cuerpo ni con sus adversarios políticos, ni mucho menos en el contacto con sus representados, frecuentemente traía de cabeza a sus escoltas cuando rompiendo protocolos escuchaba a la gente, a los madrileños, era un hombre cercano y se acercaba allí donde le llamaban.
No se si alguna vez en los debates utilizo una formula agresiva, yo no lo recuerdo, si recuerdo que casi siempre hablaba en positivo, hablaba para convencer con argumentos, desde la razón, siempre mirando al futuro de su ciudad. No era tan importante lo que los otros hicieron mal, sino lo que su equipo hacia o iba a hacer en su ciudad. Sobre su coherencia, sencillez integridad sobran las palabras. Fue capaz de dignificar la política.
En estos días se presentan muchas candidaturas a las elecciones municipales, algunos dudan si merece la pena presentarse, quizás el recuerdo y el ejemplo de D. Enrique Tierno Galván les aclare, nos aclare el camino. Si cambiáramos los tiempos de los verbos que he utilizado, si los pasamos del pasado al futuro, quizás estaríamos hablando de claves.
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