Cuando tenemos un libro entre nuestras manos, cuando leemos un poema o una novela, cuando vivimos una historia, una reflexión a través de la lectura, experimentamos el placer que surge en la relación entre dos sujetos, el uno inanimado, aunque con su olor y color propio, el libro, el otro nosotros mismos. Este placer no surge de forma espontánea, normalmente es gradual, va creciendo, hasta que se convierte en algo necesario e imprescindible, y no entendemos nuestros días sin tener un libro como amigo, sin leer.
El placer de la lectura se convierte en algo muy personal, en una relación intima entre los dos actores que intervienen.
Pero también se puede compartir. Esta es la raíz de la Asociación de Personas Lectoras de Cádiz, Un grupo de personas, hombres y mujeres, por cierto mas de las segundas que de los primeros, que dan a la lectura una nueva dimensión, que comparten el placer del leer con personas que por una u otra causa no lo pueden realizar.
Me decía, no hace mucho, una de ellas : No tratamos de teatralizar la lectura, solo queremos compartir la lectura, compartir el placer de conocer, compartir el placer de seguir a un personaje o sentir las rimas de un verso con las personas que no saben o no pueden o simplemente no están acostumbradas a tener un libro entre las manos.
En su blog podemos leer sus experiencias lectoras en sitios tan diferentes como una cárcel, un residencia de ancianos o un grupo de niños y niñas. Dan, con estas experiencias lectoras una dimensión nueva al placer de leer, cuando comparten la lectura le dan una dimensión social a la misma, y desde esta experiencia intervienen en acercar a mas personas al mundo de los libros, y hacerles en cierto modo mas libres.
"Mas con la lengua muerta y fría en la
boca, pienso mover la voz a ti debida,
libre mi alma de su estrecha roca "
Estas palabras de Garcilaso, introducen , junto a una foto de Cadiz, su blog. Moviendo conciencias, así trabajan.
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