miércoles, 3 de febrero de 2016

Andalucia Gómez Ruiz




Mis primeros llantos al llegar a esta vida coinciden con las últimas bocanadas de vida de un chaval en Málaga un cuatro de diciembre mientras intentaba enarbolar la verde y blanca. Un cuatro de diciembre de hace ya casi cuarenta años,  !se dice pronto¡, llegué, aunque en verdad yo creo que me reencarné de nuevo, que en cierta forma soy mucho más vieja, casi como si a través de la historia me hubiera ido y venido varias veces, y quizás por esta razón me pusieron Andalucía por nombre.

Muchas veces intento revivir 'mis otras vidas' y no se porqué , pero siempre me inunda la desazón y la melancolía, desazón porque me da la impresión, que como ahora, pocas veces me han tenido en cuenta, y como en estos casi cuarenta años, me han utilizado como excusa para casi todo, sin tenerme en cuenta; desazón porque me encuentro como secuestrada, cautiva de la imagen que han creado de mi, unos y otros, desde su caballo o desde su coche oficial.

Desde pequeña, desde siempre, han hablado en mi nombre, casi siempre se han escondido tras de mí, mis padres, mi marido, hasta mis hijos me han preferido callada, sumisa, y para eso, no sé si por culpa mía, lo reconozco, me han ido modelando en algo que no soy, o al menos no sólo eso. Soy mujer, soy hija y madre, y nunca he renunciado a estos papeles, pero soy mucho más, soy yo.

Necesito, me es imprescindible, mostrarme tal como soy, con mis virtudes y mis defectos, pero yo. Quiero que me vean llorar cuando lloro, bailar cuando bailo y reír cuando estoy alegre, pero yo. Me gusta mirar a los ojos, de forma clara, sin trampas, que lo que he vivido, y también sufrido, no lo convierto en frustración, en desesperanza, todo lo contrario, en voluntad de futuro.

Acostumbrada, como estoy, a ser lo han querido que sea, actuar como esperan que actúe, confundir mis anhelos con sus expectativas, sé que no me va a ser fácil, incluso, a decir verdad, siento vértigo, lo más sencillo es la inercia, seguir esta cuesta abajo sin poner resistencia. Pero lo he decidió durante estos días, tengo que tomar las riendas de mi misma, no quiero, no puedo aguardar a 'otra reencarnación' a ver si tengo más suerte. Mi compromiso con la vida, con el resto de lo que me rodea, hoy estoy convencida, pasa por el compromiso conmigo misma, con Andalucía.

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