sábado, 20 de agosto de 2016

La gente imprescindible

 



El dramaturgo, poeta, y algunas cosas más, Berthold Friedrich Brecht, hacía referencia a la gente buena y a la imprescindible, a la gente que luchaba uno, dos, veinte días, y a los que mantiene viva siempre la llama de esa antorcha de la coherencia.

Me viene a la memoria las locas madres de la Plaza de Mayo, que cada semana, hiciera frío o calor, daban vueltas en esa noria de la decencia, pidiendo lo imposible,- que si se los llevaron vivos, vivos querían encontrarles-. Locas, las llamaron locas. Tuvieron días mediáticos, días con presencia de personalidades, pero también, días que estuvieron solas, con sus pañuelos, con su locura. Unas encontraron a sus hijos, otras a sus nietos, pero todas nos dieron una lección, la de la dignidad.

En Cádiz, como en otros sitios, ha habido gente que desde el momento uno del gobierno de los recortes, manifestó públicamente su desacuerdo, entre ellos los funcionarios, o trabajadores de la función pública, como quieran, y entre ellos los trabajadores de la Seguridad Social. 

Y cada viernes, porque son los viernes cuando el consejo de ministros decretaba sus recortes han manifestado su repulsa y la reivindicación de todo lo que les han quitado,- viernes negros los ha llamado-. Al principio estas 'celebraciones' fueron más o menos participadas, hicieron procesiones del santo recorte en Semana Santa, hicieron zambombas reivindicativas en Navidad, carreras de aviones de papel en aquellos días que la Teo nos contaminaba los cielos de la ciudad con las ' demostraciones aéreas', incluso alguna plumilla redactó manifiestos esos días.

Después de casi cinco años, ahí siguen con sus petos negros todos los viernes, luciendo cada día con más orgullo su firmeza. En verano son menos,  las vacaciones es lo que tiene, en otoño, en invierno, son más, pero a estas alturas el número dice poco. El viernes pasado aprovecharon para despedir a una de ellas que se jubilaba, que mejor despedida que en una concentración de los viernes negros, que lujo de despedida.

Y en cada una de estas personas, en cada uno de esos viernes negros, una sola idea: no a los recortes,- ni los económicos, ni los sociales, ni los de los derechos. 

A mí me recuerdan a esas locas de la Plaza de Mayo, cuando cada viernes veo la foto de la concentración de trabajadores de la Tesoreria de la Seguridad Social en la redes sociales, casi siempre les digo lo mismo, "gracias por ser testimonio de dignidad", y aunque ni sindicatos, ni partidos, han dado muestras de apoyo, no me olvido de aquella frase de Marcelino Camacho: "Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar". No estaría mal que el alcalde de Cádiz, sin prensa, sin fotógrafos, un viernes fuera a darles las gracias, porque estos vecinos, José María, si son imprescindibles.

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