miércoles, 20 de enero de 2016

Rosarito Márquez

 


Son los peores días, en las fechas que preceden a las temporadas y campañas de verano, Semana Santa, carnaval, reyes..acabo reventada. Ese ir y venir a bares, tiendas, cualquier negocio que esté dispuesto a ampliar gente en su plantilla es agotador. Lo bueno es que en una ciudad pequeña como esta, es que los circuitos de reparto ya están establecidos, el protocolo es el mismo, levantarse muy pronto, a eso de las diez, pintarse la raya en el ojo y ponerme lo pantalones de gomaespuma, pillar la carpeta azul transparente con fotocopias de mi currículum,- menos mal que cabe en un folio- y empezar el recorrido dejando mi 'tarjeta de visita' por todas partes. Un 'buenos días, les dejo esto por si necesitan a alguien', eso sí con la mejor de mis sonrisas; normalmente ni me lo cogen en mano, la respuesta es 'déjalo ahí, encima de esos otros...Por cierto, desde San Juan de Dios, lo mismo que la Teo pintó rayas en el suelo de colores para turistas, debieran pintar rayas de colores para los 'repartidores' de curriculum. La roja para bares, la verde para supermercados, la amarilla para.....

A las dos de la tarde estoy reventada, con ganas de que mis pantalones de gomaespuma huelan al plástico del sofá, con ganas de abrazar mi cojín del Cádiz, y enchufarme a la tele. Por cierto, me encanta el Gran Hermano Vip, si ese que están dando ahora, con el hijo de la Carmina y ese chaval tan espabilado, sí, ese que le llaman el pequeño no sé qué, y es que aprendes mucho con el Gran Hermano, más cuando son famosos los que salen, con experiencia en la vida; pero a mi hermano no le gusta, al final me corta siempre el rollo y pone eso de los tronos.

En casa hablo poco, entre las brocas con mi hermano y que mis padres pasan mucho, hace tiempo que decidí hablar poco. Eso sí, en el banco que hay en el patio de mi bloque, con Vanesa y Carmen nos echamos unas parrafadas que ya quisieran los del Ayuntamiento.  

Las tres dejamos la escuela sin terminar, las tres nos metimos a un ciclo de esos de Peluqueria, y las tres nos dimos cuenta de que ya no tenemos futuro ni como peluqueras, ni como cajeras del Carrefour ni na, y es como dice Vanesa, somos una generación a quienes se lo han puesto muy difícil, los más pequeños de cada familia somos los sin-futuro, - que lista es,  Vanesa tiene la cabeza muy bien amueblada, durante un año estuvo afiliada a las Juventudes de la Junta, o algo así.-

Mañana empiezo a trabajar, además es con contrato y todo, diez días en una barra en la calle, poniendo cervezas y macetas de cubatas, lo malo es que me pierdo el carnaval, no podré ir ni a la carpa ni a la Punta, pero lo que más me fastidia es que el vídeo de casa se estropeó y no podré grabar ningún programa de esos que me gustan. No se me tiene que olvidar pedirle a Carmen que me los grabe, ella tiene ordenador en su habitación para ella sola, qué suerte, sus padres trabajan los dos.

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