jueves, 4 de julio de 2013

El marinero en tierra, donde la mar es un trigal

Esta mañana, durante la ruta personal del colesterol, no vi gaviotas que cruzaban Cortadura, eran conejos quienes transitaban por la vereda del camino. La mar no lucía sus verdes-azules , ni las olas su blanco salino. El viento ni era el Levante ni el Poniente, simplemente era una ligera brisa fresca, seca.

Todo un mar de trigales, que querían imitar a la mar, pero no era el mar.

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