martes, 15 de febrero de 2011

Y van once mujeres muertas, once campanadas con nombres y apellidos.

Los momentos eran otros, la victimas no eran muy diferentes, a las once mujeres muertas por sus "asesinos. La idignacion igual, mejor dicho, mas. Un homenaje personal, a través de Campanades a Mort.

Abridme el vientre / para su reposo, / de mis jardines / traed las mejores flores.
Cavadme hondo / para estos hombres, / y gravad su nombre / en mi cuerpo.
Que ningun oráculo / desvele el sueño / de los que han muerto /sin agachar la cabeza.

Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso del brillo de sus ojos, / has querido cerrar sus párpados, / pero no lo conseguirás, que todos guardan esta luz / y nuestros ojos serán relámpagos en tus noches.
Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso de tan joven belleza, / has querido romper todos sus miembros, / pero no lo conseguirás, recordamos su cuerpo / y aprenderemos cada noche a quererlo.
Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / impotente por el amor que tenía, / le has dado la muerte como compañía, / pero no lo conseguirás, que por lo que él quiso, / nuestros cuerpos siempre estarán en primavera.
Sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso de tan joven belleza, / has querido romper todos sus miembros, / pero no lo conseguirás, recordamos su cuerpo / y aprenderemos cada noche a quererlo.


Descansen en paz aquellas que no fuimos capacez de conservar en vida

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