lunes, 1 de octubre de 2012

Carta a Antonia Alvarado, la dignidad que anda por Cádiz.

Querida Antonia, me incitas a hablar en este espacio sobre la dignidad, la perdida de dignidad a cambio de no se que. La verdad, cambiar la dignidad por algo grande, por algo pequeño..., me da la impresión que a ti te da lo mismo, ni por una ni por otra tu la perderías, y eso es lo mas importante. En otros casos, prefiero creer que esa dignidad nunca se perdio, simplemente, quizás es que nunca se tuvo. No lo sé, prefiero no saberlo.

Cada vez, como te decía, me importa menos esas situaciones donde se producen esas pérdidas, simplemente eso. No lo he entendido, me niego a creer que eso forma parte de lo que tu y yo compartimos, y si forma parte, pues como decía hace unos días, puede ser que sea conveniente pasar página. En pleno proceso de reflexión.

Mientras tanto, te dejo este bello poema del chileno Absalon Opazo Moreno,que nació en enero de 1978 en Valparaíso.

Un beso muy grande, porque tu sí llevas la dignidad por donde vas, y además porque te quiero Antonia.


La dignidad no se olvida
como no se olvida el respiro
el amor
el país
las canciones
los poemas
los cerros
el mar.

La dignidad no se olvida
se levanta
y no importa cómo:
con piedras cruzando el cielo
con trapos pintados de rojo
con poesía estremecida
en el pasaje de la pobla:
la dignidad es mía
es tuya, nuestra
hasta el fin de los tiempos
y nadie ha nacido aquí
con el derecho a quitarla.

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